jueves, 29 de diciembre de 2011

“Un sueño..., ¿hecho realidad?”

El presidente estadounidense, Barak Obama, inauguró en Washington el pasado 16 de octubre un majestuoso monumento en honor a Martin Luther King, pastor baptista estadounidense, líder negro que luchó por los derechos civiles de los afroamericanos en los años cincuenta y sesenta, y premio Nobel de la Paz en 1964.

Dicho monumento ha sido bautizado como “Piedra de la Esperanza”, palabras extraídas de su famoso discurso “Tengo un sueño”, en el que instaba a hacer de la montaña de desesperación una piedra de esperanza.

Os invito a que leáis algunas de las frases que, en el año 1963, Luther King pronunció durante una histórica manifestación en pro de los derechos civiles para los negros en los Estados Unidos:

Hoy les digo a ustedes, amigos míos, que a pesar de las dificultades del momento, yo aún tengo un sueño.

Sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: todos los hombres son creados iguales.

Sueño que un día, en las rojas colinas de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos dueños de esclavos, se puedan sentar juntos a la mesa de la hermandad.

Sueño que un día, incluso el Estado de Misisipí, un Estado que se sofoca con el calor de la injusticia y de la opresión, se convertirá en un oasis de libertad y justicia.

Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel, sino por los rasgos de su personalidad.

¡Hoy tengo un sueño!

Sueño que un día, el Estado de Alabama, cuyo gobernador escupe frases de interposición entre las razas y anulación de los negros, se convierta en un sitio donde los niños y niñas negras, puedan unir sus manos con las de los niños y niñas blancas y caminar unidos, como hermanos y hermanas.

¡Hoy tengo un sueño!

Sueño que algún día los valles serán cumbres, y las colinas y montañas serán llanos, los sitios más escarpados serán nivelados y los torcidos serán enderezados, y la gloria de Dios será revelada, y se unirá todo el género humano.

Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la cual regreso al Sur. Con esta fe podremos esculpir de la montaña de la desesperanza una piedra de esperanza.

Con esta fe podremos trasformar el sonido discordante de nuestra nación, en una hermosa sinfonía de fraternidad.

Con esta fe podremos trabajar juntos, rezar juntos, luchar juntos, ir a la cárcel juntos, defender la libertad juntos, sabiendo que algún día seremos libres.

Ese será el día cuando todos los hijos de Dios podrán cantar el himno con un nuevo significado, "Mi país es tuyo. Dulce tierra de libertad, a tí te canto. Tierra de libertad donde mis antecesores murieron, tierra orgullo de los peregrinos, de cada costado de la montaña, que repique la libertad".

1 comentario:

  1. ¡Grande Luther King!
    El título que le habéis puesto al artículo(no sé quién lo ha colgado) me parece muy interesante. ¿Se ha hecho realidad el sueño del Premio Nobel? pues siento ser pesimista pero no. Es indudable que se ha avanzado mucha en la normalización de la cuestión racial, pero todavía hay mucho por hacer. Y no solo entre blancos y negros en EE. UU, sino en todas partes y entre distintas razas y culturas. Por ejemplo aquí en España. Pero centrándonos en EE. UU, hay diversos estudios en los que se revela que la proporción de personas negras detenidas por las fuerzas y cuerpos de seguridad es mucho mayor que la de blancos, representando la población estadounidense de negros, aproximadamente, un 18%.
    "Bueno, es que ahora tienen un presidente negro". ¿Verdaderamente es negro Obama, es decir, sirve a los intereses de su raza e intenta asemejar las condiciones de unos y otros? pues yo creo que no. Yo opino, como muchas otras personas más autorizadas que yo, que la figura de Obama es puro marketing. Se pone a un negro en la Casa Blanca para tener a éstos contentos, pero seguimos con la misma política represiva de siempre. Y cuando se les tache de racistas, hacerse los ofendidos y decir: ¿racismo? pero si tenemos a un negro de presidente, ¡qué más queréis!
    La verdad es que la discriminación racial es tan absurda. Qué coño (que diga... qué recórcholis) tendrá que ver el color de piel de una persona para que pueda pensar, discernir, etc. igual que otra? ¡Ay! que estúpidos somos los humanos...

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